Colecta Obras Diocesanas

Bahía Blanca, 11 de Julio del 2016.-

Queridos hermanos en el Señor:

Tengo el agrado de comunicarme con ustedes para recordarles que, como todos los años, el 2º fin de semana de Agosto realizaremos la colecta por las NECESIDADES DE LA IGLESIA DIOCESANA. La misma quiere ser la expresión solidaria y comprometida de todos los católicos de nuestra Arquidiócesis, en las necesidades de esta Iglesia y en las distintas realidades pastorales que se llevan adelante con el deseo de seguir anunciando el Evangelio de Jesús.

El año 2015 se recaudaron $ 97242.50 (Pesos Noventa y siete mil doscientos cuarenta y dos con 50/100 centavos) que representó un 6,52% más que en el año 2014.

El destino de esta Colecta es ayudar a sostener la tarea que desde el Arzobispado se lleva adelante: el trabajo de los distintos organismos pastorales diocesanos; el aporte mensual para la jubilación de los sacerdotes mayores de 68 años; el aporte al sostenimiento de la Conferencia Episcopal Argentina y de los Tribunales Eclesiásticos; la atención de la salud de los sacerdotes ancianos con escasos recursos, la ayuda a laicos para poder participar de encuentros pastorales nacionales representando a nuestra Arquidiócesis, las obras de promoción y caridad diocesanas, y el funcionamiento de la Curia que como todos deben saber, está al servicio de la toda la Iglesia Arquidiocesana. Estas son solamente algunas de las motivaciones, que reclaman de todos los bautizados una colaboración generosa y constante, en esfuerzos e iniciativas, y también en dones materiales.

El lema que la animará este año es Ofrece lo que puedas, Jesús hará que alcance”.

En el milagro de la multiplicación de los panes que todos conocemos… ¿Qué fue lo que pasó? Dos cosas, aparentemente bien sencillas, pero prodigiosas y decisivas: primera, que alguien ofreciera todo lo que tenía, que no era casi nada; y segunda, que lo pusiera en manos de Jesús. Y ya sabemos qué pasó a continuación: se saciaron cinco mil hombres con cinco panes sin contar mujeres y niños, nos dice el evangelista y llenaron doce canastos con los pedazos que sobraron.

¿Cómo era posible? ¡Eran sólo cinco panes y dos peces! ¡Era una insignificancia, claro! Es absolutamente evidente la desproporción tan abismal entre los medios materiales que se tienen a disposición y los efectos que logra nuestro Señor. Sí. Pero para realizar el milagro fueron necesarios esos cinco panes y esos dos peces. Sin ellos tal vez no habría sucedido nada. Y el Señor quiere contar con eso para realizar sus prodigios.

La primera parte del secreto del éxito es Darle a Jesús TODO lo que somos y tenemos. No importa que no sea casi nada, o prácticamente nada. Lo importante es dárselo porque Él quiere contar con esa nada para hacer sus obras. Y la segunda parte del secreto es ponerlo en SUS MANOS. Y Él se encarga de todo lo demás.

Que la Virgen de la Merced, interceda ante Jesús para que esta Jornada contribuya a que todos crezcamos en nuestra generosidad con Dios y con los demás. Reciban un abrazo fraterno.

Sr. Bruno Cuchetti

Administrador de la Curia