Mensaje de Cuaresma de Fray Carlos

“…Cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro”

(Mateo 6, 17)

 

A los sacerdotes, diáconos, consagrados y fieles de la Arquidiócesis de Bahía Blanca

Muy queridos hermanos y hermanas:

Al inicio de la Cuaresma, el Evangelio de la Misa de hoy, Miércoles de Ceniza (Mateo 6, 1-8. 16-18) nos llama, convoca, a revisar nuestra vida en relación con Dios, con nuestros hermanos y hermanas, con toda la creación. Lo hace a través de las prácticas de la oración (que nos invita al diálogo con el Padre desde la Fe); la limosna (un modo concreto de manifestar el Amor al prójimo); el ayuno (signo que ayuda a fijar la mirada del corazón en los bienes que se esperan).

Jesús habla de esas manifestaciones de la piedad y nos advierte de no ser hipócritas. En el caso del ayuno, por ejemplo: desfigurando el rostro para que todos noten lo que nos sacrificamos. La misma actitud –hacerse ver- puede darse en la oración y la limosna. Este tiempo nos invita a descubrirnos –en lo secreto- ante la mirada del Padre, que ve en lo secreto.

El Año que comúnmente llamamos “pastoral” está comenzando… No obstante –lo sabemos- la vida de Fe, Esperanza y Amor (vida teologal) siembra en nuestros corazones desde ahora el permanente deseo de la eternidad… ¡el gozo de vivir con Él, con nuestros hermanos y hermanas siempre! ¿No es acaso éste el camino de la santidad? En estas latitudes cada nueva Cuaresma nos encuentra también reiniciando las diversas tareas: parroquiales, comunitarias, escolares, académicas.

Desearía en estas líneas simplemente señalar algunas celebraciones que sin duda nos convocan a todos como Iglesia arquidiocesana. La palabra griega que se traduce como “Iglesia” es ekklesia y quería decir literalmente «los llamados» y fue aplicada a cualquier cuerpo de gente «llamado» y “convocado” para determinado propósito… Hoy la comprendemos casi sin distinguirla de “la Iglesia”, el Pueblo de Dios.

Si somos “Iglesia”, es porque somos con – vocados, porque estamos llamados a hacer juntos el mismo camino vocacional. Esto se vive a través de la necesidad y la belleza de «caminar juntos», en un estilo de ser iglesia corresponsable y participativa, en comunión. La expresión “sinodalidad” no habla de un simple procedimiento operativo sino de la forma peculiar en que vive y camina la Iglesia; significa justamente “hacer camino juntos”, “caminar juntos” todos los llamados por Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida.

Este es un llamado a concebir y asumir toda nuestra vida como misión. ¡Sí! ¡Nuestra vida es misión! En este sentido podemos afirmar también con alegría que nuestra misión es “ser santos”, “ser misericordiosos” como el Padre. Lo decimos, lo deseamos porque cada santo es una misión (cf. Papa Francisco, Gaudete et exsultate nn. 19 – 24). ¡Como Iglesia vivimos en estado de misión, vivimos en estado de santificación!

En este andar, el sábado 6 de abril tendrá lugar un nuevo “Encuentro Pastoral Arquidiocesano” (EPA 2019), tras haberse celebrado en el segundo semestre del año pasado cuatro Encuentros Zonales: en Tres Arroyos (Zona “Este”); Pigüé (Zona “Norte”); Punta Alta (Zona “Centro”) y Fortín Mercedes (Zona “Sur”). El Encuentro Arquidiocesano se desarrollará, Dios mediante, en el Colegio Sagrado Corazón (Hermanas Canossianas) de Punta Alta a partir de las 8.30 de la mañana y concluirá con la Celebración Eucarística a las 16.00.- (Misa del 5º Domingo de Cuaresma).

El Señor nos invita durante la Cuaresma a prepararnos para la Gran Solemnidad de la Pascua. Por ello comprendemos la necesidad de prepararnos “en secreto”. Es así como nos preparamos también para las fiestas o momentos importantes de la vida. Lo hacemos con sacrificios de todo tipo, sí, pero con el corazón dilatado por la celebración o el momento especial que se acerca (así sucede con los cumpleaños o aniversarios, con un viaje esperado, o incluso para una operación que nos devolverá la salud, ¡cuando se acerca la fiesta de recepción de un Sacramento!, etc.).

El próximo 27 de abril en plena Octava de Pascua se celebrará la beatificación de cuatro mártires del Evangelio que vivieron su pascua en La Rioja. Serán elevados a los altares cuatro hermanos que habitaron en nuestra tierra argentina y se comprometieron caminando junto a tantos otros, buscando ser fieles a Cristo, Resurrección y Vida, poniendo en práctica las enseñanzas del Concilio Vaticano II en una época delicada y compleja de nuestra historia.

Su beatificación es un hecho de gran relevancia para la Iglesia entera pero de modo particular para Latinoamérica, Argentina y la querida provincia de La Rioja. Cada uno de estos mártires habitó esa tierra y se comprometió, desde la fe, con su pueblo. Soñaron y trabajaron por un mundo mejor. Donde cada uno viva dignamente y en el cual los pequeños tienen un lugar preferencial.

Wenceslao, como laico, nos dice que vale la pena jugarse por una familia y por el lugar donde uno vive. Y que vale la pena allí asumir y crecer en la fe en Dios, buscando promover la vida de quienes más necesitan. Que vale la pena perdonar siempre y no odiar.

Fray Carlos de Dios, franciscano, nos anima a ser profetas de la verdad, buscadores de la Justicia.

El Padre Gabriel nos ayuda ser fieles al Evangelio en tierras de misión, allí donde el Señor me envíe y, a la vez a ser comprometido con quien camina a mi lado.

El Padre Obispo Enrique nos alienta a ser pastores de alma, aferrados a Dios y comprometidos con la causa del Evangelio buscando vivirlo en comunión con la Iglesia en toda circunstancia.

La Pascua es realmente «ALEGRÍA PARA TODO EL PUEBLO» ¡Porque Cristo nuestra Pascua ha sido inmolado! (1ª Corintios 5, 7). Esta “pascua riojana” también es una alegría para nuestro pueblo.

Todos estamos llamados a la santidad, que es misión. Para esto, y no para otra cosa estamos también convocados como Iglesia particular de Bahía Blanca al Encuentro Pastoral Arquidiocesano que nos reunirá bajo el lema “Nuestra vida es misión”. En este camino sinodal, celebraremos todos juntos, la meta de nuestro andar. A los sacerdotes, diáconos, a todos los agentes pastorales les pido que anuncien esta Buena noticia, promuevan la participación: ¡Nadie se aparte! ¡Todos sean parte!

Que el EPA 2019 sirva de alguna manera para “perfumarnos y lavarnos” preparándonos como Iglesia para la Pascua y –en plena Octava pascual- para esta beatificación. ¡Sí estamos en estado de misión, en estado de santificación!

Fraternalmente en Cristo y Nuestra Señora de la Merced

Bahía Blanca, Miércoles de Ceniza, 2019

 

+Fray Carlos Alfonso Azpiroz Costa OP
Arzobispo de Bahía Blanca