Detrás de escena de un Terremoto – Pentecostés Joven 2015

Jóvenes de la Arquidiócesis participaron de la fiesta de Pentecostés. Se reunieron en Gonzáles Cháves. Comieron hamburguesas y sanguchitos. Hubo misión, recital, Misa con los Obispos y una caminata de antorchas. Cierto. Todo eso lo sabemos. Lo repetimos en las redes sociales, lo vimos en fotos y lo contamos. Pero, como siempre, lo más lindo es la información que no es titular de la noticia. Lo que menos se ve. Lo que se vive.

1300 jóvenes participaron. Sí. Pero mencionemos que esos 1300 jóvenes fueron para recibir al Espíritu prometido; que estuvieron dispuestos a levantarse a las 4 de la mañana y, con sueño y todo, misionar, alabar y encontrarse con el otro; que volvieron a sus lugares para ser testigos de la presencia divina en medio de un mundo que nos mira atónito.Logo Pentecostes

Se reunieron en Gonzáles Cháves. Sí. Pero digamos que esa comunidad se fue preparando desde el año pasado para esta jornada. Los servidores se dieron a sí mismos para que esto fuera posible y estuvieron en cada detalle con meses de preparación. Las instituciones trabajaron a la par (aclarar que los abuelos cortaron y decoraron las botellas para hacerlas antorchas es más que suficiente para entender que toda la comunidad abrazó a la Arquidiócesis de manera especial). Y lo vimos ese día: en cada centro, en los cancioneros, en el gimnasio, en los baños, en los cocineros, en la animación, en las señoras que calentaban el agua para mate y en el papel film que envolvía los sanguchitos de la tan esperada vianda nocturna. Cada gesto evidenciaba el compromiso de Gonzáles Cháves.

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Hubo misión, recital, Misa y Via Lucis. Cierto. Pero veamos en esto una familia que abrió la puerta a los misioneros; un pueblo que salía a la vereda a ver las cuadras de chicos que venían con luces en la mano; jóvenes de Dios que lo alababan con rock y le agradecían en la Misa final. Fue la Iglesia joven que salió afuera, que hizo lío, que no tuvo miedo de anunciar la alegría proveniente de lo alto.

Lo que ustedes lograron hoy acá fue un terremoto” dijo el Obispo. Así lo vivimos. Y no nos cansamos de dar gracias a todas las personas que se pusieron la organización al hombro, para que este terremoto fuera posible. A quienes rezaron desde sus casas. A los sacerdotes que acompañaron. Y a los jóvenes, protagonistas de este Pentecostés multitudinario y movido.

Por último y en especial, damos gracias a ese Dios que sigue mostrándonos signos concretos de su presencia.

En cuanto a nosotros, debemos confesar que terminamos sorprendidos por este enorme signo. Chochos. Y agradecidos. Qué bonito terremoto.

Redactado por el equipo de la Pastoral de Juventud de la Arquidiócesis de Bahía Blanca

Jazmin Azpeitia – Grupo Misioneros de Adonai – @JazminAzpeitia0

984242_1580406695506670_2146532649758383891_nYo en particular lo disfrute mucho desde el viernes, en la parte de la oración ni se porque lloraba pero lo necesitaba y me hizo muy bien, y después el sábado desde que llegamos hasta que nos fuimos nos trataron bien, y lo más lindo que me llevo es la amistad de los chicos que estuvieron en mi grupo, es más hasta tenemos un grupo en WhatsApp y en Facebook, y esperamos volver a encontrarnos otra vez, pero la verdad fue muy lindo todo lo que compartimos y sentir que podes ayudar con el simple hecho de hablar o acompañar a la gente te hace sentir más cerca de dios y más bien con uno mismo .. Creo que eso fue lo más lindo

Jimena Vazquez – Coordinadora Grupo Juvenil «Caminando con Jesus» – Virgen de Fátima
1483070_438089413009977_8589660294829553280_nMi experiencia de estes Pentecostés en Gonzales Cháves fue la mejor. Me encantó muchísimo el lugar, la gente hermosa que desde que entramos nos recibieron muy predispuestas a darnos su servicio a más de 1.000 jóvenes, con tanta alegria y entusiasmo de servir al prójimo.Fue una de las cosas que más admire al igual que la organización para tantas personas. La verdad que fue muy lindo como nos hicieron sentir.
Me emociona haber estado entre tantas personas jóvenes dispuestas a recibir al Espíritu Santo de una forma tan alegre, saltando, cantando y orando. Esperé con muchas ganas el momento de misionar, donde nos encontramos con personas muy amables que nos abrieron las puertas de su casa con tantas ganas de charlar y compartir un momento de oración con nosotros. Me llevo la alegría de conocer personas maravillosas, tanto en la misión como en cada momento compartido en esta jornada. La verdad me quedo con lo mejor de este #pentecostés2015 que tanto esperaba, y agradezco mucho a todos los que hicieron que esto sea posible.

Pedro Gutierrez – Grupo Juvenil «Caminando con Jesus» – Virgen de Fátima – @pedrogutiedrrez
1798888_535031293276177_1193843321_oLa experiencia fue muy linda. Fue un viaje largo hasta Gonzales Cháves. Cuando llegamos fue pura expectativa porque no conocíamos el lugar ni sabíamos lo que íbamos a hacer o a quién íbamos a ver, pero GRACIAS a Dios tuvimos una bienvenida muy cálida . En el transcurso del día hubieron animadores y bandas asique estuvimos cantando todo el tiempo.
También nos separamos en grupos, donde conocimos gente de otras comunidades y salimos a misionar por las calles del barrio. Al final de la jornada hicimos el Via Lucis, donde caminamos en procesión por el centro del pueblo y que culminó con la misa . Estoy muy contento con la experiencia y agradecido con todos los que hicieron que esto sea posible!!

Sofía Gutierrez – Grupo Juvenil «Caminando con Jesus» – Virgen de Fátima10984268_429458537213172_6659148537543529978_n

Valió mucho la pena haber ido , me gusto la experiencia , muy lindo el lugar igual que la gente muy amable , agradezco la oportunidad de haber ido , se lo recomiendo a los que todavía no lo hicieron.

Belén Rivas – Grupo Juvenil «Caminando con Jesus» – Virgen de Fátima
10416614_1527375507485371_8294978226649074400_nMi experiencia de este pentecostés 2015 en Gonzáles Cháves fue muy linda. Fue hermoso cómo nos recibieron las personas en sus casas, la felicidad que tenían al ver a tantos jóvenes.
A mi grupo le tocó visitar una casa donde el hombre era sordo mudo pero a él le interesaba hablar con nosotros y saber lo que estábamos haciendo y Agustina, una de las chicas, sabía hablar con señas y pudimos contarle y rezar con él y por él. En otra casa nos recibió un hombre que no entendía nada de la Iglesia (me tocó hablar a mí en esa casa) entonces le explicamos quiénes somos y qué hacemos, y el hombre acepto rezar con nosotros. En las demás casas nos recibieron muy bien. Fue como si la gente nos estuviese esperando para hablar, nos invitaban a tomar mates o a comer en sus casas, fue muy lindo.
Personalmente fue distinto porque era la primera vez que me animaba a golpear en las casas y hablar delante de las personas sin vergüenza o timidez por el simple hecho de cómo nos recibían y la confianza que tenían.

Facundo Lageyre – 20 años – Grupo Misionero Karol – @FacundoLageyre

396923_3667353326510_2063713943_nSinceramente, no pensé que este encuentro arquidiocesano podía convocar a tantos jóvenes. Días antes del viaje, me entere de la cantidad que íbamos a ser y no lo creía. Ver tantos chicos de distintos lados unidos por el amor de Dios, caminando y seguros de lo que anunciaban, fue un regalo enorme. En todo momento se vio la alegría del cristiano, ya cuando entramos al club y nos recibían con canciones y bailes, hasta en la caminata hacia la plaza. Los jóvenes no tenían drama de hablar con los otros chicos de distintos lugares que estaban en sus grupos, eso demuestra que todos estábamos ahí porque Él nos unía, y todos teníamos una misión en común. El gesto misionero fue lo más lindo que vi en el día. Salir al encuentro de la gente que necesita una palabra de aliento, un abrazo o simplemente que la escuches, creo que es lo que más refleja la misión de Dios nos pide en lo cotidiano. Si bien no salí a misionar porque nos tocó coordinar ese momento, compartí con los misioneros sus experiencias y me encanto ver sus caras de alegria y el entusiasmo que tenían. Para no extenderme demasiado, de las demás actividades puedo decir que: en el recital no podía dejar de mirar a todos los jóvenes saltando y gritando «NO TENEMOS MIEDO NO, NO TENEMOS MIEDO…», seguros del camino y la forma de vida que ellos quieren tener. El via lucis y la misa me gustaron muchísimo, fueron gestos llenos de vida y se vio la importancia que el joven le da a la oración en su vida, para tomar fuerzas y salir a callejear la fe. Estoy muy agradecido a Dios por este regalo y espero que en los años siguientes se sumen más jóvenes.

Maxi Huenchupan

10388091_739270549484616_7519532915346969391_nSoy Maxi de Patagones y en verdad fue una experiencia muy linda! fue una alegría enorme ver tanto jóvenes. La idea de salir a misionar casa por casa fue muy buena. Muchas familias ya estaban informadas de que el pueblo estaba siendo invadido, y eso favorecía porque así se le podía llevar la palabra a más personas y, en algunos casos, las personas salían en búsqueda de esa palabra y nos llamaban desde la esquina para que vayamos a su casa a rezar y tocar algún tema con la guitarra. Me quede muy conforme y ojala que pueda volver a participar de algo así y con mucha más cantidad de jóvenes!

Nancy Guillermina – @NGBM79

10334433_10201615066852862_4759536251724019112_nEste es mi pequeño testimonio de lo vivido en A. G. Cháves, en la jornada de Pentecostés 2015.  Si bien es imposible poder plasmar en un papel las emociones, sentimientos y experiencias, trataré de hacerlo del mejor modo.

Mi nombre es Nancy, pertenezco a la comunidad de San Pablo de Punta Alta de toda mi vida, si bien estuve alejada de la vida en comunidad durante algunos años, el hecho de comenzar mi hijo sus pasos en la catequesis, he vuelto hace unos 4 años a participar activamente.

En esta ocasión me tocó conformar un grupo de Misión integrado por diez personas, incluyéndome, éramos de las comunidades de Sagrado Corazón y San Pablo.  Nos tocaba la manzana seis para misionar, llevar la bendición a los hogares y también bendecir objetos, casas y personas que lo solicitaran. Sin darnos cuenta de que nos habíamos equivocado  de manzana, tocamos a la puerta de un hogar, esperamos unos segundos y una señora nos abrió la puerta, le dijimos lo que ya habíamos dicho en otras ocasiones de misión, nos presentamos y le preguntamos si quería recibir la bendición de los hogares la cual estaba en un folleto que nos entregaron esa misma mañana. La señora respondió que Sí, que quería recibir la misma, y para ello llamó a su hijo que se encontraba en el hogar junto a ella.

Comenzamos poniéndonos en presencia de Dios y ni bien terminamos de santiguarnos, comenzamos a percibir una angustia y un dolor todos quienes conformamos ese grupo de misión, y antes de pronunciar palabra alguna, nos miramos y sentimos lo mismo: esa familia necesitaba, reclamaba  a gritos la presencia del Espíritu Santo. Empezamos a decir la oración y sin pensarlo un nudo se me hizo en la garganta, mientras una a una las lágrimas caían por mis mejillas. Al terminar una estrofa alzo la vista y veo que todos en la habitación se hallaban del mismo modo, con una gran congoja, un dolor inexplicable, nos tomamos de la mano con la dueña de casa, me dijo que necesitaba mucho de esa oración, presentimos el dolor de una partida, vimos unas fotos sobre la mesa del vestíbulo y notamos que no se hallaba presente el padre de familia. Ella no nos lo confirmó, pero sí notamos la tristeza.  Su hijo mencionó que vivían ellos solos en la casa, porque le preguntamos si alguien más quería recibir la bendición y mencionó que nadie más vivía ahí.

No sabía exactamente que iba a ocurrir al llegar a esa ciudad, pero sí sentía algo dentro que ocupaba mi tiempo. Luego, al salir de ese hogar, pude comprender que así no hubiéramos visitado un solo hogar más, que si nadie más hubiese querido recibirnos, nuestra misión se había cumplido al tocar esa puerta que, aunque equivocada, resultó ser la más acertada. La felicidad completa nos invadió al terminar lo que habíamos ido a realizar con esta familia, prometieron ir a la misa, y vernos luego allí. No sé aún si esta era “La Misión” pero sin lugar a dudas, el hecho de poder compartir el sufrimiento, el dolor, y entregarlo enteramente a Él hizo que esa sola casa, esa sola familia, que valiera el viaje. Y como dice alguien en casa: Hay personas que valen la pena, y otras que valen la vida.

11203073_975830545768186_3681425736221273182_n-688x516El grupo de jóvenes de la parroquia de Indio Rico sintió una renovación espiritual vivido en comunidad y compartido con otros jóvenes, también la presencia de Jesús entre nosotros que pudimos recibirla con alegría. Agradecemos a la comunidad de Cháves y a toda la Arquidiócesis por convocarnos a vivir esta fiesta del amor de Dios.

https://www.youtube.com/watch?v=POzXMTtoup8

Fotos gentileza: Pastoral Juvenil San Roque @PJSanRoqueBahia