Indulgencias por el Año de la Vida Consagrada

Bahía Blanca, 28 de Noviembre de 2014

Prot.: 89/14

Al momento de dar inicio al Año de la Vida Consagrada, el Santo Padre ha establecido que se pueda ganar indulgencia plenaria especial desde el primer domingo de Adviento de 2014 hasta el 2 de febrero de 2016.

La gracia particular de la indulgencia se concede a quien tiene una búsqueda sincera de conversión, se arrepiente de sus pecados y tiene deseos de crecer en la caridad. Para obtenerlas es necesario acercarse debidamente al Sacramento de la Reconciliación, recibir la Comunión y orar por las intenciones del Sumo Pontífice con un Padrenuestro e invocaciones a la Virgen, además de recitar la profesión de fe (Credo).

Podrán ganar estas Indulgencias Plenarias en la Arquidiócesis de Bahía Blanca y en el período mencionado todos los miembros de Institutos de Vida Consagrada y demás fieles que asistan a los Encuentros Zonales o Arquidiocesanos para la Vida Consagrada. Además, podrán alcanzar esta gracia, las personas que visiten en peregrinación y con intención de orar por la Vida Consagrada los siguientes templos:

  • Catedral Metropolitana de Ntra. Sra. de la Merced, en Bahía Blanca.
  • Capilla del Colegio “María Auxiliadora” donde se encuentran las reliquias de la Beata Laura Vicuña, en Bahía Blanca.
  • Pquia. Ntra. Sra. del Carmen de Coronel Suárez
  • Pquia. Ntra. Sra. del Carmen de Tres Arroyos
  • Pquia. Ntra. Sra. del Carmen de Patagones
  • Monasterio “Santa Clara” y “Torre del Millennium” en Puán.
  • Santuario de María Auxiliadora, en Fortín Mercedes.
  • Santuario Ntra. Sra. de Luján de la Sierra, en Saavedra.
  • Santuario Ntra. Sra. de Fátima, en Tornquist.
  • Santuario Ntra. Sra. de Schoenstatt, en Paso Mayor.

Los miembros de Institutos de Vida Consagrada y fieles que no puedan asistir a esos centros debido a razones de enfermedad, o por su condición de religiosas de clausura, o porque sus trabajos les impidan participar o porque se encuentran encarcelados, ganarán la Indulgencia Plenaria, con las mismas condiciones, siempre que hagan una oración en su propia casa o allí donde el impedimento los retiene, recen por las intenciones del Sumo Pontífice con un Padrenuestro, invoquen a la Virgen y reciten el Credo, ofreciendo sus sufrimientos o los malestares de la propia vida.