Consagración episcopal de Monseñor Azpiroz Costa

Monseñor Fray Carlos Alfonso Azpiroz Costa OP fue ordenado el 22 de diciembre arzobispo coadjutor de Bahía Blanca, al cumplirse 800 años de la Orden de Predicadores, a la que pertenece, en el marco de una celebración eucarística en el gimnasio del colegio Don Bosco. El lema elegido fue tomado de la Carta a los Filipenses 4, 4: «Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense».

El consagrante principal fue el arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Guillermo José Garlatti, y los coconsagrantes el obispo de Concepción, monseñor Armando José María Rossi OP, y el obispo emérito de Quilmes, monseñor Luis Teodorico Stöckler. También participaron de la misa 27 obispos de distintos puntos del país y unos 200 sacerdotes religiosos y diocesanos. Los dominicos estuvieron representados por una delegación de sacerdotes, monjas y religiosos.

Además del intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, y demas autoridades municipales locales, estuvieron presentes el director de Culto Católico, Luis Saguier Fonrouge y el ex embajador ante la Santa Sede, Carlos Custer, entre otros.

Monseñor Azpiroz Costa, el octavo de catorce hijos, estuvo acompañado en su consagración episcopal por doce de sus trece hermanos.

El papa Francisco promovió a monseñor Azpiroz Costa al episcopado el 3 de noviembre pasado y desde ayer colaborará en el gobierno pastoral de la arquidiócesis con monseñor Garlatti, hasta que el pontífice le acepte la renuncia por edad.

Monseñor Garlatti recordó dos frases que pronunciaron Juan Pablo II y Francisco al iniciar sus pontificados: “Ayúdenme”, manifestó Karol Wojtyla, y “recen por mí”, dijo Jorge Bergoglio.

El prelado unió las dos frases al pedirle a la comunidad diocesana que «ayuden y recen» por el nuevo arzobispo de Bahía Blanca, y también por él y todos los pastores.

“Que la Santísima Virgen de la Merced, patrona de la arquidiócesis de Bahía Blanca, interceda, proteja y cuide a este nuevo pastor, a nuestra arquidiócesis, al Santo Padre y a la iglesia entera”, pidió monseñor Garlatti.