16 representantes de nuestra diócesis participaron del VI CoMiNa
«Argentina con la fuerza del Espíritu, testigos de Cristo», así fue el lema que guío los tres días del VI Congreso Misionero Nacional que se realizó en la localidad de San Luis desde el 13 al 15 de octubre.
Durante el mismo se realizaron diversos talleres en torno a la actividad misionera argentina y Ad Gentes, como así también espacios de reflexión y trabajo en pequeños grupos, que permitieron la formulación de las conclusiones finales. Estas últimas expresan principalmente que «juntos somos misión, porque Dios es misión», que una base fundamental de una Iglesia fraterna y sinodal necesita de una permanente formación, cuyo objetivo sea un caminar de escucha a Dios, a la comunidad y a los signos de los tiempos.
La participación fue muy representativa de la Iglesia argentina, con un total de 60 diócesis, además hubo participación internacional de fieles laicos de los países vecinos de Uruguay y Brasil.
Nuestra participación contó con la presencia de 16 congresistas comprometidos con la labor misionera en nuestra Arquidiócesis y fuera de la misma. Dos de ellos expresan:
Valentina Faccio – Punta Alta
El COMINA fue una de las propuestas más enriquecedoras que experimenté. Ante todo, contemplarnos a cada uno de nosotros -miembros de la iglesia- en su máxima expresión, palpar la alegría de ser testigos y enviados, fue lo que verdaderamente movilizó el corazón.
Sin lugar a dudas, compartir con hermanos de diversos lados del país fue sumamente provechoso en cuestiones de cultura, formas, y experiencias.
Este congreso, como invitación a «ensanchar el espacio de nuestra tienda», nos propuso formarnos en cuestiones metodológicas para mantener la esencia y ternura de Jesús, adecuándonos a los signos de los tiempos.
Nos volvimos con muchas ganas de seguir andando y seguir creciendo en comunidad, caminando juntos.
Alejandra Fernández – Daireaux – Subdelegada arquidiocesana de grupos misioneros
Conocí personas increíbles, simples, todos unidos por el mismo fin: Cristo y la Misión.
Un congreso federal, con realidades diferentes, pero la misma motivación, donde no podíamos dejar de pensar que en medio nuestro estaba obrando el Espíritu Santo.
La Misión sana, da vida, es, sin dudas, un camino de ida que elegimos transitar.
La Alegría es Misionera, porque Jesús es alegría y es nuestro faro en este hermoso camino de Fe.
¡Son tiempos de una Iglesia en salida, llevar a Dios hasta los confines de la Tierra! «Vayan y hagan, discípulos en las Naciones». ¡Todo quedó guardado en mi corazón!
El congreso finalizó con la procesión por las calles de la localidad puntana y la Santa Misa, precedida por Mons. Fernando Croxatto, presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, junto a otros obispos de nuestro país.